lunes, 30 de noviembre de 2009

Primavera, verano, otoño, invierno


Demos un giro al lejano oriente y echemos un vistazo al injustamente poco tratado cine de aquellas latitudes. El ciclo de películas orientales que proyectamos el año pasado fue bastante variado en cuanto a temática, directores..., y muy fructuoso en cuanto a valoración y debates posteriores.

En casi todos ellos coincidimos en la general visión oriental (tan distinta por otra parte a la nuestra) de la vida y de los valores éticos. Su, a veces exagerado, carácter metódico, exaltación del honor como bien propio más valorado, su increíble sumisión a las costumbres y su enorme solidaridad ante el bien colectivo que a nosotros nos resulta tan sorprendente, hacen que sus películas (su arte en general) sean extremadamente bellas, cuidadas hasta el mínimo detalle, cruentas algunas veces, descarnadas pero realistas, al igual que visualmente exquisitas. Estamos siempre hablando desde un punto de vista general; Oriente es tan extenso,variado y rico culturalmente, cinematográficamente, éticamente... que pretender hacer lo contrario es imposible... No obstante ese "pesimismo" oriental que emana de un colectivo tan grande que no quiere perder sus gloriosos orígenes y que ahora parece florecer de nuevo siempre creará obras existencialistas que a mí personalmente me fascinan.

Uno de los mejores ejemplos es el surcoreano Kim-ki-Duk. Sus obras son altamente experimentales, de ritmo muy pausado, fuerte contenido visual muchas veces encarnizado, con parsimonioso uso del diálogo y énfasis en elementos criminales o marginales de la sociedad. Ahí se encuentran las magníficas "Hierro 3" ó "Samaritan girl", pero si de verdad queréis emocionaros yo os recomiendo la archipremiada "Primavera, verano, otoño, invierno" con una de las mejores fotografías que he visto. No os arrepentiréis. Como siempre, pinchad el enlace si queréis ver el trailer.

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