Si a muchos nos preguntasen por la pareja clásica por antonomasia de la comedia romántica del cine, muy pocos no pensarían en los eternos Rock Hudson y Doris Day.
Rock Hudson, máximo exponente del prototipo de galán americano elegante, atractivo y carismático; tiene la ideal complementación en la perfecta mujer de esa sociedad de los años cincuenta; tan independiente, "moderna" y evolucionada, como servicial, dulce y tradicional al mismo tiempo. El 99% de vuestras madres quisieron ser como ella...
Sé de lo ingenuo de lo anteriormente dicho así como de las comedias románticas de la época, pero como ya dije en una ocasión, la elegancia en las formas, los diálogos perfectamente enlazados y los desternillantes enredos forman parte de un tipo de cine que no necesitaba ser revolucionario ni atrevido. Lo mejor del séptimo arte es que ofrece millones de posibilidades y en mi opinión, hay momentos que debemos de dejar de cultivar el intelecto y ponernos una comedia romántica de los años cincuenta o sesenta para descubrir que hay un tipo de humor que nunca pasará de moda porque simboliza el lado más optimista de la vida.
Todo esto unido a la eterna y, no se si positiva o negativa, tendencia actual a mirar siempre al pasado, volvieron a poner en boga estas películas y por supuesto a la peculiar y representativa pareja. Y entonces a un tal "lumbreras" llamado Peyton Reed se le ocurrió dirigir una especie de remake llamado "Abajo el amor" con Ewan McGregor y Renée Zellweger como eventuales Rock y Doris, un filme donde utilizó la estética de las cintas clásicas con chistes y gags propios del cine actual, dando como resultado una película que a día de hoy no me queda claro si fue un homenaje o una parodia.
Las comedias románticas de esa época son fantásticamente genuinas precisamente porque se hicieron en esa época, con lo cual emanan del mejor lado (evidentemente había otro no tan bueno) de la sociedad americana de entonces. Por suerte o por desgracia (yo expongo hechos, no juzgo) el humor del público actual poco tiene que ver con el de entonces. Si diré, no obstante, que perdimos por el camino ese pequeño trozo de ingenuidad que hace falta para ser felices.
Cuando me apetece reír y mirar el lado optimista de las cosas pienso en ver:
Rock Hudson y Doris Day (secundados por el gran Tony Randall):
"No me mandes flores"
Rock Hudson y Paula Prentiss:
"Su juego favorito" (dirigida por Howard Hawks) Otro perfecto ejemplo de cómo son las mujeres Mario, lo cual no te quita la idea al acabar la película de querer casarte con ella.
Rock Hudson y Gina Lollobrigida:
"Cuando llegue Septiembre"
"Habitación para dos"
Arriba el AMOR