¿Cree usted que el infierno es algo atemporal, algo que se encuentra en un recóndito escondite del más allá? No y rotundamente no. El infierno es algo creado por nosotros mismos, los hombres... Dios o el demonio no son tan retorcidos como para imaginar que la condición humana llegue a límites tan insospechados y sobrecogedores...no puede ser posible.
Esta es la sensación que puede usted tener al final de Apocalipsis Now.
La obra maestra de Coppola (lo siento por los fans de El Padrino) narra la historia del capitán Willard (Martin Sheen), el cual es enviado a Vietnam a un lugar de la jungla donde deberá localizar y matar al Coronel Kurtz (Marlon Brando), un ex boina verde que ha organizado su propio ejército y se deja adorar por los nativos.
Coppola decidió muy acertadamente adaptar por fin a la gran pantalla la novela "El corazón de las tinieblas", proyecto abandonado en su momento por su Dios personal "Orson Welles". Y el resultado ¡tras tres años de trabajo e innumerables problemas! es donde por fin alguien consigue proyectar el mismísimo infierno (al igual que Charles Laughton consiguió rodar el miedo en "La noche del cazador" o Stanley Kubrick rodó por primera vez y sin paliativos la violencia en "La naranja mecánica").
El genial director italoamericano plantea la película como el descenso a los infiernos del capitán Willard, un nuevo Dante que a medida que atraviesa la selva y observa el horror, el caos creado por la guerra (algo que acaba matando o volviendo locos a muchos de sus hombres) se va dando cuenta de que no cabe otra opción y que su destino final es conocer la maldad personificada. No tiene escapatoria... él mismo entiende que en el momento en el que se encuentre frente a frente con el coronel Kurtz, se verá reflejado en Él. El infierno se ha apoderado de su mente y lo deshumanizará por completo, como al antaño ejemplar coronel... la vanidad, la crueldad sin motivo y la locura lo invadirán. Ni Dante pudo imaginar algo similar.
La respuesta de Cannes a la esperada película fue: "La cinta no pretende enseñar la guerra de Vietnam, es la misma guerra de Vietnam..."
El rodaje, por supuesto, también fue una increíble agonía...entre otras muchos inconvenientes,
Martin Sheen estuvo a punto de morir de un
ataque al corazón durante el mismo... pero concluyó con una obra que sin duda pasó a la historia del cine. El
comienzo de la película con el despertar en soledad y en su habitación durante la guerra del protagonista mientras suena "
The end" de
The Doors es
sencillamente sobrecogedor, y la escena del
bombardeo de los helicópteros con la cabalgata de las
Valkirias de
Wagner de fondo es historia del séptimo arte.
Solo me queda deciros que la veais de nuevo, ya que seguramente todos lo habréis hecho alguna vez, adentraros una vez más en los diversos niveles del infierno de Dante (Coppola) y miréis por última vez a Brando a los ojos mientras os dice: "No me juzguéis, el infierno está en mi cabeza, fue producido por todo lo que vi y sentí... y ya nada tiene remedio..." "This is the end... my only friend...the end"