El que es para muchos el mejor actor de la historia del cine,
Sir Charles
Laughton (
Billiy Wilder lo definió después del rodaje de "Testigo de cargo" como el mejor actor con el que había trabajado nunca), decidió por una vez, ponerse detrás de las cámaras y rodar
"La noche del cazador". Lo cierto es que
Laughton ya contaba con una exitosa y prolífica experiencia como director teatral, pero aun así, no deja de ser sorprendente que esta adaptación de la novela de
Davis Grubb se haya convertido ya en un clásico irremediable dentro del séptimo arte.
"La noche del cazador" es una de esas películas cuya fama ha traspasado los límites inherentes en el arte del cine y su iconografía (LOVE HATE en los nudillos de Robert Mitchum) se ha convertido ya en un símbolo del siglo XX y en uno de los logos más familiares y reconocibles de la historia cinematográfica. Como curiosidad, el personaje del padre de los niños de la historia se llama Ben Harper, al igual que el músico estadounidense.
Una vez más, tratar de hablaros de una película como "La noche del cazador" supone un ejercicio inútil y desesperanzador. Solo puedo remitiros a visionarla y a disfrutar de su sobrecogedora atmósfera metafórica. Las secuencias del escape de los niños se quedaron grabados en mi mente como una de las experiencias estéticas más bellas que he tenido.
Si alguna vez me pidiesen que pusiera algún ejemplo del uso de la metáfora en el cine, seguramente pensaría en "La noche del cazador". El filme entero es en sí una hermosa traslación a un drama ordinario de la eterna lucha entre el bien y el mal, haciendo que la película escape de la etiqueta de enésima tragedia costumbrista que ensalza valores tradicionales y se convierta en una bella alegoría de la infancia y la inocencia.
El perfecto guión adaptado, la insuperable actuación de Mitchum en uno de los papeles más recordados en la historia, el ambiente expresionista, oscuro e inquietante y el carácter onírico, a veces irreal de la trama hacen de la única película de Laughton uno de esos clásicos cuya valoración y aceptación crecen exponencialmente con el paso del tiempo.
Estamos sin duda ante una de las película más inquietantes de la historia, un perverso cuento de hadas que sobrecoge al espectador más frío... Probablemente Sir Charles Laughton consiguió rodar el mismísimo miedo.
Pinchad este enlace pero sólo después de haber visto la pelicula, os resultará muy interesante...
"...Ah pequeño veo que te estás fijando en mis manos...¿quieres que te cuente la historia de la mano derecha y la mano izquierda?...aquí está escrito odio...aquí está escrito amor..."